“Esmeralda”, un nombre que ha hecho historia
1820
Captura de la fragata española “Esmeralda” en el puerto de Callao. La nave capturada, junto con pasar a integrar la Escuadra de Chile y pese a que su nombre fue cambiado por el de “Valdivia”, quedó en la memoria colectiva de la naciente república por la audacia con que los marinos, comandados por el Vicealmirante Thomas Alexander Cochrane, lograron hacerse de esta unidad, como parte de las operaciones realizadas para obtener suficiente control sobre el Pacífico sudamericano y dar término al dominio realista.
1856
Corbeta “Esmeralda”, primer buque de guerra propulsado a vapor con el cual la Armada de Chile entraría en una nueva etapa de desarrollo. Se la denomina así, en honor a la fragata española capturada por Cochrane. El 21 de mayo de 1879, se batió con el blindado peruano “Huáscar” en el Combate Naval de Iquique, hasta que fue hundida, sin que su tripulación se rindiera. (Mayores detalles, más adelante).
1884
Se construye en Inglaterra el crucero “Esmeralda”, primer crucero protegido en la historia y el más rápido de su época. Su diseño constituyó una revolución en la construcción naval, ya que en él se basaron todos los cruceros construidos posteriormente, hasta evolucionar finalmente en los acorazados. Fue vendido en 1895 a Japón, donde recibió el nombre de “Idzumi”, participando en la guerra ruso-japonesa de 1905.
1896
Entra en servicio el protegido “Esmeralda” construido en Gran Bretaña. Su diseño incorporaba los últimos avances tecnológicos de la época, por lo que se le consideró uno de los cruceros más poderosos de su clase en el mundo. Tuvo una larga trayectoria en la Marina de Chile, hasta que fue desguazado en 1930 y se vendió su casco en 1933.
1946
Se adquiere la fragata canadiense H.M.C.S. “Glace Bay”, que sirvió en la Batalla del Atlántico durante la Segunda Guerra Mundial. Al incorporarse a las fuerzas navales chilenas, recibió el nombre de “Esmeralda”. No obstante, en 1952 debió ceder su nombre, cambiándolo por el de “Baquedano”, con motivo de la adquisición del actual Buque-Escuela.
1954
Ingresa a la lista naval el actual Buque-Escuela “Esmeralda”, un velero con aparejo de bergantín-goleta, construido en astilleros españoles. Desde entonces y por medio de los viajes de instrucción de cada año, el nombre de “Esmeralda” se ha hecho conocido a través de todo el mundo.
La Corbeta “Esmeralda” de Prat.
La resolución de construir el primer buque de guerra a vapor e impulsado por una hélice fue concretada mediante una decisión gubernamental de 1852. El gobierno de Manuel Montt tenía una visión general de progreso y esto explica la adopción de un sistema de propulsión relativamente novedoso para buques de guerra, que ya había sido probado en unidades auxiliares. La selección del diseño más adecuado y la contratación del astillero fueron encomendadas por el Gobierno al Capitán de Navío Roberto Simpson, de larga trayectoria desde la época de la Independencia, a quien se comisionó para establecerse en Gran Bretaña, su patria de origen. El Vicealmirante Manuel Blanco Encalada, su superior en dicho conflicto, que era el ministro de Chile en Francia, quedó facultado para firmar los contratos.
Simpson visitó diversos astilleros públicos y privados, tomó contacto con la Armada Real y recibió de parte de Blanco, informaciones y opiniones vertidas por el Capitán de Navío José María Salcedo, un chileno al servicio del Perú, que se encontraba en Inglaterra supervisando la construcción de buques. Para cumplir su comisión, también se informó que había una considerable alza en los precios de las construcciones navales con motivo de la Guerra de Crimea y después de estudiar diversas alternativas resolvió adquirir, en una oficina especializada del Almirantazgo, los planos de una corbeta con las características deseadas por el Gobierno de Chile. Enseguida solicitó cotizaciones y recomendó seleccionar al astillero de William Pitcher situado en la aldea de Northfleet a orillas del Támesis, río abajo desde Londres. Los contratos de la construcción del casco y de la provisión del sistema de propulsión y armamento, son importantes fuentes para el conocimiento del buque y fueron suscritos a fines de 1854, siendo colocada la quilla el 13 de diciembre de ese año. Una de las alteraciones más importantes al diseño original, fue la colocación de una cubierta de toldilla generando un espacio cerrado denominado “chupeta” que, debidamente subdividido, fue utilizado para diversas funciones.
La mención en el contrato que la máquina era del tipo de “acción directa”, permite suponer que era de biela de retorno, porque ésta era la clase que construía en esa época la firma Miller Ravenhill & Salkhed que lo suscribió. Las calderas eran cuatro, de estructura prismática y de tubos de fuego, las que fueron cambiadas en Chile en 1867. La hélice era de dos palas y podía ser desconectada e izada dentro de un espacio especial creado en el casco, de manera de evitar el arrastre hidrodinámico cuando se navegaba a vela. Para este mismo propósito, la chimenea era telescópica, lo que evitaba interferencias con las velas.
El armamento original sufrió numerosos cambios a lo largo de la vida del buque y el 21 de mayo de 1879, tenía la siguiente configuración: doce cañones Armstrong de ánima rayada para munición de 40 Libras; cuatro piezas Whitworth de 32 Libras, de ánima de sección hexagonal y dos cañones Armstrong de desembarco de 6 libras. Los cañones de 32 y 40 libras eran de cargar por la boca o de avancarga.
La construcción avanzó con cierta lentitud inicialmente. Durante este proceso, Simpson recibió su ascenso a contralmirante y el Gobierno, por Decreto Supremo del 26 de junio de 1855, resolvió dar a la corbeta el nombre de “Esmeralda”.
El casco fue lanzado al agua a las 15:30 horas del 15 de septiembre de ese mismo año, comenzando el proceso de instalar los equipos. Durante el primer semestre de 1856, se completaron las terminaciones y comenzaron las pruebas que dieron origen a la corrección de algunos defectos.
La corbeta Esmeralda zarpó a Chile el 18 de agosto de 1856, arribando a Valparaíso el 7 de noviembre del mismo año. De esta manera, se incorporó a las escasas fuerzas navales chilenas el primer buque de guerra de propulsión mixta.
Durante sus veintitrés años de servicios, la corbeta prestó importantes servicios durante la Revolución de 1859 y la Guerra contra España, donde apresó la cañonera Covadonga en Papudo el 26 de noviembre de 1865, primer combate para algunos que tendrían posteriormente, una notable participación en la Guerra del Pacífico. El buque sirvió también por extensos períodos en el litoral norte, cautelando los intereses nacionales en la disputa de límites con Bolivia. A lo largo de su existencia, sufrió tres accidentes que obligaron a realizar reparaciones de gran envergadura en su casco, especialmente después del fuerte temporal en Valparaíso, el 24 de mayo de 1875. También se hicieron modificaciones en los espacios interiores para el funcionamiento de la Escuela Naval y para la realización de viajes de instrucción. La intensa actividad a que estuvo sometida, fue la causa de su estado de decadencia al comienzo de la Guerra del Pacífico y la razón por la cual no zarpó hacia el teatro de operaciones sino hasta marzo de 1879 y después de haber sido llevada al servicio desde su condición de buque inactivo.
No obstante, la señalada situación, era una unidad de casco robusto que, tripulada por marinos de temple y bajo la conducción de un hombre notable, enfrentó el combate final con singular prestancia, hundiéndose en Iquique el 21 de mayo de 1879, en un hecho de armas que alteró el curso de la guerra y que ha dejado profundas huellas en el alma nacional.